Psicólogo especialista en autismo en Jaén

El TEA (Trastorno del Espectro Autista) es un trastorno del neurodesarrollo, que afecta principalmente a la comunicación, la interacción social y la flexibilidad de conducta. Se habla de “espectro” porque cada niño presenta un perfil único de habilidades y necesidades. Algunos requieren apoyos intensivos en el día a día y otros son más autónomos, pero todos comparten maneras particulares de entender, sentir y procesar la información.

Síntomas del autismo

Como padres, es habitual detectar señales tanto en casa como en el colegio. Algunos de las manifestaciones de este espectro son:

Dificultades en la comunicación: retraso o ausencia de lenguaje oral, dificultad al entender el uso literal del lenguaje.


Interacción social atípica: menor contacto visual, poca respuesta al nombre, dificultad para iniciar o mantener juegos con otros niños.


Juego restringido o poco simbólico: preferencia por alinear objetos, girarlos, o centrarse en partes específicas de los juguetes.


Intereses muy específicos: intensa atención a temas concretos (por ejemplo, trenes, mapas, números) durante largos periodos.


Necesidad de rutinas: malestar ante cambios (de horario, de ropa, de recorrido), insistencia en que “todo sea igual”.


Sensibilidad sensorial: hipersensibilidad o hiposensibilidad a sonidos, luces, texturas, etiquetas de la ropa o alimentos.


Regulación emocional: rabietas intensas, frustración ante cambios o tareas difíciles; dificultad para expresar qué les molesta.


Habilidades adaptativas: retos en autonomía (vestirse, higiene, alimentación) no acordes a la edad.


Motricidad: torpeza motora, movimientos repetitivos (aleteo, balanceo) en situaciones de emoción o estrés.

 

Posibles causas del autismo

El TEA no tiene una única causa y no es consecuencia de la crianza. La investigación actual apunta a:

✔️ Base genética: existe un fuerte componente hereditario con múltiples variantes genéticas implicadas.


✔️ Diferencias en el neurodesarrollo: particularidades en la conectividad cerebral y en el procesamiento sensorial y social desde etapas tempranas.


✔️ Factores prenatales y perinatales: ciertas condiciones médicas durante el embarazo o el parto pueden asociarse, sin ser determinantes por sí solas.


✔️ Interacción multicausal: combinación de genética, ambiente y desarrollo que explica la gran variabilidad del espectro.

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Beneficios de la terapia psicológica para el autismo

La intervención temprana y personalizada mejora significativamente el desarrollo y la calidad de vida del niño y de la familia. Esta terapia es efectiva para mejorar los siguientes puntos:

Psicoeducación familiar: conocer el perfil del niño, entender sus señales y reducir la incertidumbre en casa.


✅Comunicación práctica: ayudamos a que tu hijo se haga entender y entienda a los demás. Trabajamos el lenguaje (habla, gestos o signos) y, si hace falta, usamos apoyos visuales para hacer más fácil su comprensión.


Habilidades sociales: entrenamiento en turnos, juego cooperativo, atención conjunta y comprensión de normas sociales.


Conducta y rutinas: análisis funcional de conductas, estructuración del día, anticipadores visuales y reforzamiento positivo.


Regulación emocional y sensorial: estrategias de autocontrol, identificación de señales de estrés y adaptación del entorno.


Funciones ejecutivas: planificación, flexibilidad cognitiva y tolerancia a la frustración mediante ejercicios prácticos.


Autonomía personal: pautas para hábitos (higiene, alimentación, sueño) acordes a la edad.


Coordinación con el colegio: adaptaciones razonables, apoyos visuales y comunicación fluida con el aula y orientación.


Plan individualizado: objetivos concretos, medibles y realistas, revisados con la familia.


Bienestar familiar: apoyo para manejar el estrés, mejorar la convivencia y fortalecer los vínculos.

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Encarna Fuentes Carrascosa – Doctoralia.es

Preguntas frecuentes

Puede diagnosticarse con fiabilidad creciente a partir de los 2–3 años, siempre con evaluación especializada y seguimiento del desarrollo.

Aplicamos técnicas como la terapia cognitivo-conductual que te enseñan a manejar los pensamientos y sensaciones que generan ansiedad.

Un diagnóstico adecuado permite acceder a apoyos, orientar a la familia y a la escuela, y entender sus fortalezas y necesidades. La etiqueta no define a tu hijo, sino que guía mejor las intervenciones.

No es una enfermedad; es una condición del neurodesarrollo. No buscamos “curar”, sino comprender y apoyar para maximizar bienestar, autonomía y participación. Con apoyos adecuados muchos niños y adultos prosperan.

Sí, y pueden ser sencillas pero muy efectivas. Un plan útil suele incluir:

  • Comunicación clara: instrucciones breves y por pasos, apoyos visuales (pictos, agendas, listas de clase), avisos previos a cualquier cambio.

  • Entorno sensorial ajustado: asiento predecible lejos de ruido visual/sonoro, permiso para usar auriculares o objetos reguladores, “rincón tranquilo” para descompresión.

  • Estructura del día: horario visual, ritual de entrada/salida del aula, anticipadores antes de transiciones (p. ej., temporizador visual).

 Os daremos un informe con recomendaciones, que pueden aplicarse en el colegio.

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